lunes, 15 de febrero de 2010
Una de estas cosas no es como las otras
Una de las cosas que más me divierte de caminar por un bosque es ver aparecer a uno de esos gigantes de otras eras, que han sobrevivido silenciosamente, alcanzando dimensiones fantásticas. Uno va por el bosque, habituado a un cierto grosor promedio de los troncos y de pronto las proporciones se rompen absolutamente. Este es un coigüe que vive en el bosque cercano al Hotel Robledal, en Las Trancas. Quién sabe desde cuando.
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