Red Skies At Night

En Julio de 2006 se casó Javier, el hermano menor de mi amiga Jimena. El matrimonio fue en Viña, en esa misma iglesia a la que más de alguna vez llegamos en el último momento, para no perdernos la playa. Fue emocionante, porque nos encontramos en la iglesia las tres con la Willy y la Jime, mis amigas de kinder, y conocimos al Tías, su primer hijo, nacido en Guatemala. Al día siguiente mi manada y yo paseamos por Valparaíso y en la tarde nos quedamos en la playa hasta que oscureció. Este fue otro de los regalos de ese fin de semana.

El Ultimo Rayo de la Tarde

Mi Quebrada, con los raulíes, robles y coigües iluminados por el último rayo de sol de la tarde. Mientras yo hacía planes para ir a La Invernada en Semana Santa, vino el terremoto y dañó el camino. Quién sabe cuándo vuelva a ver esto.

Magnolio

Una flor del Magnolio de mi amiga Meche. No hay nada más maravilloso que el tiempo en que estos árboles se llenan de flores, porque ellas son la señal inequívoca de que ha llegado la primavera. Qué acierto de diseño es que florezcan sobre las ramas desnudas.

Passion Flower

Esta flor impresionante crece en una enredadera a la que se suele llamar Pasionaria. No es una planta fácil de conseguir. Encontré una en un vivero de Maitencillo, el verano que nos fuimos a vivir a nuestra casa con jardín. La mantuve en una bolsa por meses, hasta que pudimos comenzar a hacer el jardín. Demoró tres años en florecer, pero valió la pena. La nevada del 2007 mató mi enredadera, pero la podé y al tiempo le brotaron hojitas. Otra vez un par de años para que volviera a florecer. Algunas especies de esta planta tienen propiedades medicinales, tranquilizantes y antidepresivas y se la conoce como Passiflora. A mí me encanta el nombre en inglés: Passion Flower.

Let It Snow

El 9 de agosto de 2007 amaneció todo nevado. Las clases se suspendieron y los niños salieron a hacer monos de nieve como si fuera gringolandia. Yo decreté que era demasiado peligroso bajar General Blanche en un auto sin tracción y que trabajaría en la casa. Pero en realidad me dediqué a tirar bolas de nieve y a sacar fotos. Este es un trozo de hielo que colgaba de una rama, derritiéndose poco a poco.

Una de estas cosas no es como las otras

Una de las cosas que más me divierte de caminar por un bosque es ver aparecer a uno de esos gigantes de otras eras, que han sobrevivido silenciosamente, alcanzando dimensiones fantásticas. Uno va por el bosque, habituado a un cierto grosor promedio de los troncos y de pronto las proporciones se rompen absolutamente. Este es un coigüe que vive en el bosque cercano al Hotel Robledal, en Las Trancas. Quién sabe desde cuando.

Nieves Eternas

El Nevado de Chillán en verano, detrás del ciprés descabezado que vive camino al Mirador del Valle. El Nevado y el Volcán, con sus dos cráteres, tienen nieves eternas. Hace doce años, cuando pasé caminando por esos manchones blancos no me hice mayores preguntas. Ahora, en cambio, me pregunto cuánto tendrán de eternas esas nieves.

Bosque

Este es un bosque en la ladera sur de los cerros del Valle Las Trancas. En estos bosques hace frío y hay muy poco ruido. Sólo el sonido de los propios pasos, el crujido de hojas y palos bajo las pisadas y de pronto, a lo lejos, cada cierto rato, un chucao. Pero si es la mañana, pueden escucharse carpinteros golpeando los troncos. Lo que más me gusta de esta foto es el sol que brilla sobre los árboles, pero no lo dejan entrar. Estos son árboles que no dejan ver el bosque.

Betula Pendula

Es el nombre científico del Abedul. En el jardín de mi casa antigua mi papá plantó tres abedules. Yo me entretenía en despellejarlos, arrancándoles la corteza blanca que cubre los troncos en capas. Mi papá se enojaba, pero yo seguía haciéndolo. Lo mismo que arrancar las semillas secas y molerlas con las manos, para dejarlas caer de a poco como lluvia para que el viento las arrastrara. Las hojas en verano cuelgan de ramitas muy delgadas. Se mueven con el viento y toman mil tonos de verde, según cómo les da la luz. Esta foto es de uno de los Abedules que plantó el papá del Feli en el jardín de Algarrobo.

Waterfall

La Cascada en Enero del 2005. Se formaban arcoiris por todos lados y había una neblina de gotitas de agua que se pegaban en el pelo. Hoy la Cascada no existe. En los sucesivos inviernos fueron tomando el agua desde las vertientes que la originaban, más arriba. Ahora hay sólo un murallón de roca con musgos que se alimentan de los poquitos hilos de agua que resbalan por la piedra. Isn't It A Pity?

Excelsa

Esta foto la tomé en unas vacaciones de invierno en Algarrobo, el 2007. Las casas antiguas de Algarrobo (las que quedan) suelen tener una en sus jardines, que generalmente tienen también Hortensias y Manzanillones, mis flores playeras favoritas. La Araucaria Excelsa es ese pino verde oscuro cuya punta tiene la forma de una estrella. Este es un detalle de las hojas de un árbol joven -por eso es de un verde más claro- que vive en la orilla del camino de La Puntilla.

No Hay Peor Ciego

Tengo miles de fotos guardadas en cajas que se amontonan en mi closet de cachureos importantes. Los cachureos son muy importantes en la vida de un humano. Y desde que existen las digitales, las acumulo y acumulo y aunque intento mantener la sana costumbre de imprimir las que más me gustan cada cierto tiempo, la verdad es que las miro poco. Además casi siempre imprimo las fotos de mis niños, y dejo para algún día -seguro- las otras, las que tomo por el puro gusto (y la necesidad) de sacar una foto. Este será el lugar de esas. Así las tendré más cerca y no se me olvidará que las tomé. Porque cada foto que sacamos es una trampa que le hacemos al tiempo.